domingo, 26 de mayo de 2013

El misterioso caso de los profesores que no querían aprender





EL MISTERIOSO CASO DE LOS PROFESORES QUE NO QUERÍAN APRENDER

Un nuevo caso resuelto por Sherlock Holmes y su compañero Watson, escrito en el estilo de Enrique Jardiel Poncela, como un homenaje a ese magnífico humorista español.[1]



 Holmes y yo caminábamos apresuradamente en el Downtown londinense, pero yo no tenia la menor idea de adonde íbamos.

De repente apareció el cartero y de una forma muy discreta, la cual consistía en estirar el brazo con un sobre el la mano y gritar a voz de cuello:

– ¡¡¡Correspondencia para el Sr. Sherlock Holmes!!! – me tendió un sobre.

Tomé rápidamente el sobre y se lo entregue a Holmes, mientras el cartero se alejaba gritando:

– ¡¡¡Correspondencia para el Sr. Winston Churchill!!! - (estábamos en Downing Street)

- ¡¡¡Correspondencia para su Majestad el Rey!!! –
- ¡¡¡Correspondencia para el Príncipe de Gales!!! –
- ¡¡¡Correspondencia para el Virrey de la India!!! –
- ¡¡¡Correspondencia para Sir William Chichester!!! -

Y así hasta que se perdió de vista (y de oído).

Me volví hacia Holmes, quien tenía una mirada de extrañeza, viendo a carta.
- ¡Por Dios!, Watson, ¡no entiendo nada! 

- Es que tienes la carta al revés, Holmes – apunté inteligentemente.

- Hoy estás muy asertivo, querido Watson!- me replicó con cierto tono de desagrado.

- Es una carta de Lady Cristina Sales Araza, una brillante pedagoga amiga mía. –
Y a continuación me leyó la carta mientras caminábamos más rápido, ahora por Abbey Road:

“Querido Sr. Holmes:

Anche escribí esto mientras dormía y no entiendo ni jota:

“Se puede dar el caso de un profesor que no utilice tecnologías. Esta decisión constituye una estrategia del profesorado frente a las TIC. Podríamos pensar que la razón es que no ha recibido la formación necesaria o que en el centro no hay aparatos suficientes. Sin embargo, suele ocurrir que, al indagar más, descubrimos que este profesor ofrece otro tipo de justificaciones, que reflejan criterios como “con las TIC no se puede aprender, hay que trabajar con el libro de texto”, “las utilizaré cuando quiera entretener a mis alumnos”, etc. Son criterios en los que se manifiesta la actitud de una parte del profesorado, que concibe a las TIC como artefactos provenientes del contexto social y las asocia a las prácticas que tienen lugar en dicho contexto, prácticas de entretenimiento fundamentalmente”.

Ruego a Ud. que analice el texto y me de su interpretación, yo estoy muy ocupada con el estudio de por que las ovejas, a pesar de que no usan las TIC, siguen siendo tan bobas como siempre.

Yo sabré recompensar debidamente sus servicios.

Afectuosamente,
Lady Cristina Sales Araza (2009)
Little Meadwoods, Lancastershire.”

- Creo, querido Watson, que esto será muy sencillo, toma nota, por favor – musitó Sherlock, mientras tomábamos Harley Street.

Comenzó su deducción de esta manera:

“¿Será cierto eso de que algunos profesores conciben a las TIC, prácticas de entretenimiento? ¿A que entretenimiento se refiere la autora?

Vamos a especular sobre el particular, ya que, por lo visto todo el párrafo, al eliminar por pueriles y evasivas las excusas de los profesores, nos lleva a la conclusión final.

Digamos, por ejemplo que el único contacto con las TIC por parte de estos profesores es ver a sus hijos conectarse a las redes sociales como Facebook y Twitter, y eso es lo único que ven, ya que son tecnológicamente analfabetas (dinosaurios tecnológicos, para ser mas precisos).”

(Tomamos por Pine Road, caminando cada vez más rápido…)

“Conozco el caso de una compañera en la Universidad que confesó alegremente que de computación solo sabía como prender el CPU…, de que los hay, los hay.
O sea que es verdad que no saben ni siquiera como inicializar una computadora y no tienen ni la mas mínima idea de que es Word, Power Point y menos Blogs, Páginas Web, etc.”

- ¿Me estás siguiendo Watson? – preguntó Sherlock.

-¡Por supuesto Sherlock! – Holmes me debía tres meses de sueldo, y yo no estaba dispuesto a perderlo de vista.

Holmes siguió razonando:

“Digamos también que están tan sobrecargados de trabajo en sus aulas que de solo pensar en tomar un cursito de algo que los adentre en el misterio insondable de ese monitor que nada les dice, les invade un desaliento que se convierte en un círculo vicioso que los desalienta mas y mas y eso ya cae en el campo de la sicología ocupacional.

Por supuesto que es muy difícil que admitan su ignorancia y su incapacidad de salir de ese estado de cosas, al igual que los analfabetas, que saben como disimular sus carencias delante de los demás.

A esta altura del partido, pienso que esta especulación nos ha llevado por buen camino, lo que faltaría es proponer una solución para esta problemática. Pienso que lo primero es, a través de métodos que no hieran susceptibilidades, obtener un diagnóstico de los conocimientos sobre el tema que tengan los docentes.

Luego, paulatinamente y con la ayuda de profesionales lograr ir derrumbando las barreras de prejuicios que nublan la mente de estos docentes y demostrarles que con el uso de las TIC, pueden optimizar su trabajo y aliviar el peso del mismo.

Y por último darles cursos de inducción para suplir esas fallas tecnológicas que ellos mismos han detectado.”

Y desembocamos otra vez en Downing Street. En ese momento me di cuenta que estábamos dándole la vuelta a la manzana como por sexta vez consecutiva.

- ¿Tomaste nota de todo, Holmes?- inquirió Sherlock, doblando otra vez la esquina, casi corriendo.

De pronto nos alcanzó el Conejo Blanco y nos dejó atrás, corriendo a todo vapor, mientras musitaba algo de tomar el té con la Liebre de Marzo y El Sombrerero.

- Así es, Sherlock – musité sin aliento, con los pulmones casi saliéndome del cuerpo.

- Envía la respuesta a Lady Cristina 

- De inmediato, Holmes 

Cerré el sobre y en cuanto vi un buzón, lo introduje allí. Como a los diez minutos, apareció el cartero (el servicio está cada día peor), gritando:

- ¡¡¡Correspondencia para el Sr. Sherlock Holmes!!! 

Sherlock, en tono sorprendido, inquirió: - ¿De quien podrá ser la carta? 

- Sospecho que es la respuesta de Lady Cristina – repuse.

Sherlock abrió la carta y leyó rápidamente, mientras corríamos desaforadamente alrededor de la manzana:

“Apreciado Sr. Holmes:

Es una lástima que su respuesta se haya demorado tanto, investigué en Internet y encontré una respuesta a mi inquietud, la cual transcribo:

También es importante destacar que, ahora son muchos los docentes que acogen con entusiasmo el uso de las TIC para su trabajo de aula. Sin embargo, aún quedan otros que se sienten temerosos o escépticos respecto a los beneficios que aportan o a los cambios que pueda implicar su uso en las Instituciones Educativas.

Seguramente, lo que necesitamos algunos son enfoques diferentes y buenos ejemplos de cómo las TIC pueden mejorar y enriquecer el aprendizaje de nuestros estudiantes  en formas nunca antes disponibles a tan gran escala.
Sin embargo, dado que este camino no es ni fácil ni rápido de recorrer para una Unidad educativa, esta debe iniciar un proceso gradual y continuo que requiere irrebatiblemente, enfatizamos de nuevo, del liderazgo activo de sus directivas[2]

Le pago sus honorarios cuando cobre, gracias.

Afectuosamente suya:

Lady Cristina Sales Araza (2009)
Little Meadwoods, Lancastershire.”

En ese momento nos detuvimos bruscamente frente al Nº 10 de Downing Street y Sherlock, sonriendo burlonamente, me dijo:

- Hasta aquí llegamos Holmes! 

Y desaparecimos.

FIN


[1] Inspirado en: Poncela E. J.,(1.964),  El libro del Convaleciente, Editora Latinoamericana, México, D.F.
[2] Recuperado de: http://deypedagogia.blogcindario.com/2009/03/00002-los-profesores-y-el-analfabetismo-tecnologico.html

1 comentario:

  1. Miguel: con tu creatividad y humor, el aprendizaje y el entretenimiento, con toda seguridad irán de la mano, sin importar si el ambiente es físico o virtual. Saludos, desde Caracas

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