EL
MISTERIOSO CASO DE LOS PROFESORES QUE NO QUERÍAN APRENDER
Un nuevo caso resuelto por Sherlock Holmes y su
compañero Watson, escrito en el estilo de Enrique Jardiel Poncela, como un homenaje
a ese magnífico humorista español.[1]
Holmes y yo
caminábamos apresuradamente en el Downtown londinense, pero yo no tenia la
menor idea de adonde íbamos.
De
repente apareció el cartero y de una forma muy discreta, la cual consistía en estirar
el brazo con un sobre el la mano y gritar a voz de cuello:
–
¡¡¡Correspondencia para el Sr. Sherlock Holmes!!! – me tendió un sobre.
Tomé
rápidamente el sobre y se lo entregue a Holmes, mientras el cartero se alejaba
gritando:
–
¡¡¡Correspondencia para el Sr. Winston Churchill!!! - (estábamos en Downing Street)
-
¡¡¡Correspondencia para su Majestad el Rey!!! –
-
¡¡¡Correspondencia para el Príncipe de Gales!!! –
-
¡¡¡Correspondencia para el Virrey de la India!!! –
-
¡¡¡Correspondencia para Sir William Chichester!!! -
Y
así hasta que se perdió de vista (y de oído).
Me
volví hacia Holmes, quien tenía una mirada de extrañeza, viendo a carta.
-
¡Por Dios!, Watson, ¡no entiendo nada!
-
Es que tienes la carta al revés, Holmes – apunté inteligentemente.
-
Hoy estás muy asertivo, querido Watson!- me replicó con cierto tono de desagrado.
-
Es una carta de Lady Cristina Sales Araza, una brillante pedagoga amiga mía. –
Y
a continuación me leyó la carta mientras caminábamos más rápido, ahora por
Abbey Road:
“Querido Sr. Holmes:
Anche escribí esto mientras dormía y no entiendo
ni jota:
“Se puede dar el caso de un
profesor que no utilice tecnologías. Esta decisión constituye una estrategia
del profesorado frente a las TIC. Podríamos pensar que la razón es que no ha
recibido la formación necesaria o que en el centro no hay aparatos suficientes.
Sin embargo, suele ocurrir que, al indagar más, descubrimos que este profesor
ofrece otro tipo de justificaciones, que reflejan criterios como “con las TIC
no se puede aprender, hay que trabajar con el libro de texto”, “las utilizaré
cuando quiera entretener a mis alumnos”, etc. Son criterios en los que se
manifiesta la actitud de una parte del profesorado, que concibe a las TIC como
artefactos provenientes del contexto social y las asocia a las prácticas que
tienen lugar en dicho contexto, prácticas de entretenimiento fundamentalmente”.
Ruego a Ud. que analice el
texto y me de su interpretación, yo estoy muy ocupada con el estudio de por que
las ovejas, a pesar de que no usan las TIC, siguen siendo tan bobas como
siempre.
Yo sabré recompensar
debidamente sus servicios.
Afectuosamente,
Lady Cristina Sales Araza
(2009)
Little Meadwoods,
Lancastershire.”
-
Creo, querido Watson, que esto será muy sencillo, toma nota, por favor – musitó
Sherlock, mientras tomábamos Harley Street.
Comenzó
su deducción de esta manera:
“¿Será cierto eso de que algunos
profesores conciben a las TIC, prácticas de entretenimiento? ¿A que
entretenimiento se refiere la autora?
Vamos a especular sobre el
particular, ya que, por lo visto todo el párrafo, al eliminar por pueriles y
evasivas las excusas de los profesores, nos lleva a la conclusión final.
Digamos, por ejemplo que el único
contacto con las TIC por parte de estos profesores es ver a sus hijos
conectarse a las redes sociales como Facebook y Twitter, y eso es lo único que
ven, ya que son tecnológicamente analfabetas (dinosaurios tecnológicos, para
ser mas precisos).”
(Tomamos
por Pine Road, caminando cada vez más rápido…)
“Conozco el caso de una compañera
en la Universidad que confesó alegremente que de computación solo sabía como
prender el CPU…, de que los hay, los hay.
O sea que es verdad que no saben ni
siquiera como inicializar una computadora y no tienen ni la mas mínima idea de
que es Word, Power Point y menos Blogs, Páginas Web, etc.”
-
¿Me estás siguiendo Watson? – preguntó Sherlock.
-¡Por
supuesto Sherlock! – Holmes me debía tres meses de sueldo, y yo no estaba
dispuesto a perderlo de vista.
Holmes
siguió razonando:
“Digamos también que están tan
sobrecargados de trabajo en sus aulas que de solo pensar en tomar un cursito de
algo que los adentre en el misterio insondable de ese monitor que nada les
dice, les invade un desaliento que se convierte en un círculo vicioso que los
desalienta mas y mas y eso ya cae en el campo de la sicología ocupacional.
Por supuesto que es muy difícil
que admitan su ignorancia y su incapacidad de salir de ese estado de cosas, al
igual que los analfabetas, que saben como disimular sus carencias delante de
los demás.
A esta altura del partido, pienso
que esta especulación nos ha llevado por buen camino, lo que faltaría es
proponer una solución para esta problemática. Pienso que lo primero es, a
través de métodos que no hieran susceptibilidades, obtener un diagnóstico de
los conocimientos sobre el tema que tengan los docentes.
Luego, paulatinamente y con la
ayuda de profesionales lograr ir derrumbando las barreras de prejuicios que
nublan la mente de estos docentes y demostrarles que con el uso de las TIC,
pueden optimizar su trabajo y aliviar el peso del mismo.
Y por último darles cursos de
inducción para suplir esas fallas tecnológicas que ellos mismos han detectado.”
Y
desembocamos otra vez en Downing Street. En ese momento me di cuenta que
estábamos dándole la vuelta a la manzana como por sexta vez consecutiva.
-
¿Tomaste nota de todo, Holmes?- inquirió Sherlock, doblando otra vez la esquina,
casi corriendo.
De
pronto nos alcanzó el Conejo Blanco y nos dejó atrás, corriendo a todo vapor,
mientras musitaba algo de tomar el té con la Liebre de Marzo y El Sombrerero.
-
Así es, Sherlock – musité sin aliento, con los pulmones casi saliéndome del cuerpo.
-
Envía la respuesta a Lady Cristina
-
De inmediato, Holmes
Cerré
el sobre y en cuanto vi un buzón, lo introduje allí. Como a los diez minutos,
apareció el cartero (el servicio está cada día peor), gritando:
-
¡¡¡Correspondencia para el Sr. Sherlock Holmes!!!
Sherlock,
en tono sorprendido, inquirió: - ¿De quien podrá ser la carta?
-
Sospecho que es la respuesta de Lady Cristina – repuse.
Sherlock
abrió la carta y leyó rápidamente, mientras corríamos desaforadamente alrededor
de la manzana:
“Apreciado Sr. Holmes:
Es una lástima que su respuesta
se haya demorado tanto, investigué en Internet y encontré una respuesta a mi
inquietud, la cual transcribo:
“También es importante destacar
que, ahora son muchos los docentes que acogen con entusiasmo el uso de las TIC
para su trabajo de aula. Sin embargo, aún quedan otros que se sienten temerosos
o escépticos respecto a los beneficios que aportan o a los cambios que pueda
implicar su uso en las Instituciones Educativas.
Seguramente, lo que necesitamos algunos son enfoques diferentes y buenos ejemplos de cómo las TIC pueden mejorar y enriquecer el aprendizaje de nuestros estudiantes en formas nunca antes disponibles a tan gran escala.
Seguramente, lo que necesitamos algunos son enfoques diferentes y buenos ejemplos de cómo las TIC pueden mejorar y enriquecer el aprendizaje de nuestros estudiantes en formas nunca antes disponibles a tan gran escala.
Sin embargo, dado que este
camino no es ni fácil ni rápido de recorrer para una Unidad educativa, esta
debe iniciar un proceso gradual y continuo que requiere irrebatiblemente,
enfatizamos de nuevo, del liderazgo activo de sus directivas[2]”
Le pago sus honorarios cuando
cobre, gracias.
Afectuosamente suya:
Lady Cristina Sales Araza
(2009)
Little Meadwoods,
Lancastershire.”
En
ese momento nos detuvimos bruscamente frente al Nº 10 de Downing Street y
Sherlock, sonriendo burlonamente, me dijo:
-
Hasta aquí llegamos Holmes!
Y
desaparecimos.
FIN
[1]
Inspirado en: Poncela E. J.,(1.964), El libro del Convaleciente, Editora
Latinoamericana, México, D.F.
[2]
Recuperado de: http://deypedagogia.blogcindario.com/2009/03/00002-los-profesores-y-el-analfabetismo-tecnologico.html
Miguel: con tu creatividad y humor, el aprendizaje y el entretenimiento, con toda seguridad irán de la mano, sin importar si el ambiente es físico o virtual. Saludos, desde Caracas
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